jueves, 21 de agosto de 2014

5 correctos: Paciente Seguro: competencia de enfermería

La importancia de chequear los 5 correctos de la administración fármacos, que administramos tan habitualmente, es uno de los hábitos más sencillos y seguros que existen. Lo realizamos todos los días pero siempre es necesario sentarse a revisar y chequear cada uno de los pasos para mejorar la seguridad del paciente.

Hasta que las Google Glass estén disponibes en nuestro entorno para ayudarnos a administrar la medicación de forma correcta y segura, como sugieren aquí, no nos queda otra que incluir en nuestra rutina diaria el 4º mandamiento de la enfermería: honrarás a los 5 correctos.





1.     EL FÁRMACO CORRECTO.

La gran diversidad de fármacos y principios activos de la farmacia hace que si bien conocemos las dosis y preparaciones que habitualmente manejamos, desconozcamos otras más específicas para un caso concreto. En caso de dudas no la administres y consulta: Llama a tu servicio de farmacia y chequea las características de administración del fármaco. Puedes recurrir a las guías de farmacia de tu centro, medimecum o utilizar recursos web o apps como aempscima o parenteral.

Ante todo sentido común:
·        ¿Es consecuente el fármaco prescrito con la patología o antecedentes del paciente?
·        Revisa que el fármaco está en buen estado: Fecha de caducidad, embalaje, integridad, coloración y aspecto.
·        Desecha el fármaco que no esté correctamente identificado.
·        Desecha las preparaciones o fármacos utilizados en otro turno o mal conservados.
·        Las interacciones entre sustancias que se administran conjuntamente IV son problemas de seguridad derivados de la mala praxis enfermera.



2.     AL PACIENTE CORRECTO

Durante la preparación de la medicación:
•         Comprueba que el cajetín se corresponde con la el número de cama del paciente.
•         Comprueba que el paciente para el que está prescrito el tratamiento es el que corresponde a ese cajetín.
Cuando entres en la habitación comprueba la identidad del paciente:
•         Mediante la pulsera identificativa
•         Preguntándole su nombre completo (nunca nombrando para que diga que sí independientemente de su estado mental).
•         Si el paciente no está en la habitación, custodia los fármacos hasta que puedas dárselos/administrárselos para explicarle qué, cómo, cuándo y por qué se los debe tomar.
•         Informa siempre al paciente de los fármacos que le vas a administrar.
•         Pregunta al paciente si es alérgico a algún fármaco.

Aunque conozcas sobradamente al paciente, comprueba:
•         Que continua en la habitación y no se le dio el alta (no eches a perder medicación).
•         Que es el mismo número de historia que la de la prescripción.
•         Que el nombre del cajetín se corresponde.
•         Todo aquel sistema particular de tu centro que asegure la identificación.

Ten cuidado con los nombres habitualmente comunes o que varían en el segundo apellido o nombre compuesto. Aunque actualmente los centros asignan pulseras de identificación con código de barras, las farmacias de los centros no facilitan la medicación asociada a este código, lo que sería una herramienta de seguridad de importante ayuda.





Good Stuff:
•         ¿Sol@ por la noche para toda la planta? Empieza siempre a administrar por los pacientes que no conozcas tanto, de manera que no estés saturada cuando los atiendas.

3.     EN LA DOSIS CORRECTA.

Por diversas causas (informáticas o humanas) en ocasiones la prescripción del fármaco es de una dosis diferente a la habitual, desconocemos ese fármaco, o surgen dudas respecto a la vía prescrita; En otras el fármaco viene en una presentación de concentración mucho mayor.
Comunícate con el médico del paciente o su médico de guardia, confirma la dosis con los recursos digitales o guías farmacológicas, si a pesar de ello continuas con dudas llama al farmacéutico y administrarlo en la dosis más segura para el paciente.

Las disoluciones muy concentradas de un fármaco, en los momentos sin urgencias y con pacientes estables, no son amigas de la salud del paciente ni de la calidad asistencial sanitaria.  Disuelve los fármacos en los disolventes apropiados y en los volúmenes más seguros para el paciente. Además, los fármacos parenterales tienen un tiempo de infusión, si desconoces su volumen de disolución o el tiempo de administración, comprueba las guías de farmacia o los recursos digitales de administración de fármacos y asegúrate de que el preparado se administra en el rango de tiempo establecido. Como siempre… más dudas… servicio de farmacia de tu centro sanitario.
La administración de fármacos intravenosos en tiempos más cortos a los establecidos, pueden dar lugar a reacciones adversas del fármaco y es un signo de mala praxis enfermera.
La calidad de la vía periférica depende del tiempo de infusión y de la correcta dilución de los fármacos.


4.     POR LA VÍA DE ADMINISTRACIÓN CORRECTA.
Comprueba en las órdenes médicas y en las indicaciones del fármaco la vía de administración para la que está preparado.
A pesar de la necesidad de establecer normas de administración de medicamentos a nivel estatal para la seguridad en la administración de los mismos, cada centro, unidad y en el peor de los casos enfermer@ tiene unos hábitos (ni tan solo protocolos) en la administración de los fármacos por las diferentes vías de administración.
El hábito de poner pomadas, medicación oral o por vía aérea en jeringas supone un riesgo innecesario en la cadena de seguridad del paciente y son hábitos que debemos de eliminar. Para ello los servicios de farmacia de deben de disponer de mono dosis en pipetas en el caso de los aerosoles y en sobre individual en el caso de las orales. En cuanto a las pomadas es más práctico y seguro aplicarlas nosotros mismos o facilitarlas sobre una compresa pequeña para su inmediata aplicación. De esta forma evitaremos que los fármacos tomen vías que nunca debieron descubrir.
Los comprimidos con película protectora es otro de los puntos a revisar. No se pueden romper o hacer polvo para administrar. Suelen ser comprimidos sin hendiduras para su fragmentación, lo que ya nos da una idea de que se toman íntegros, a su rotura presentan una película de aspecto más plástico que su interior, en aspecto de polvo compacto. En caso de identificar este tipo de fármaco y de su uso fragmentado para su administración por Sonda NasoGástrica u oral, debemos de informar al médico del problema de administración para cambiar su prescripción en otro vehículo o forma que esté disponible en farmacia.


Good Stuff:
•         ¿Por dónde puedo administrar los medicamentos parenterales? Vías intramuscular, intravenosa, subcutánea e intradérmica.
•         ¿Por dónde puedo administrar los medicamentos por vía tópica? Vía dermatológica, vaginal, oftalmica, otica y nasal.
•         ¿El paciente tiene una prueba, está en dieta absoluta y lleva medicación VO?
o   ¿Es la dosis única? Espera a que vuelva de la prueba para adminístrasela, a no ser que sea muy larga.
o   ¿No es dosis única? Comentárselo al médico y que le ajuste el tratamiento el día anterior a terapia IV, de esta manera no perderá ninguna dosis.



5.     A LA HORA DE ADMINISTRACIÓN CORRECTA

La farmacocinética esa gran amiga del administrador de fármacos, debe de ayudarnos a decidir cuándo es momento preciso para administrarlos. La biodisponibilidad del fármaco en el paciente es la razón fundamental del porqué de las horas de administración. Además la dinámica de cada servicio y el sentido común ayuda a determinar el mejor momento de la administración:
•         Pastillas durante las horas de comidas.
•         Aerosoles tras las comidas y tras ellos la higiene bucal.
•         IV discontinua antes o después de las comidas para facilitar las mismas.
Good stuff:
•         ¿Trabajas en sala y la carga de medicación es alta?
¿Cuál es la mitad del tiempo que tardes en administrar habitualmente la medicación de todo el pasillo? Empieza con ese tiempo antes, de manera que a mitad de pasillo sea la hora de administración pautada. 

A pesar de las recomendaciones de los cinco correctos diariamente se producen errores que afectan a la seguridad del paciente y a su salud.

Más allá de los 5 correctos:
•         Registra todos los fármacos administrados: Nombre, dosis, vía, hora.
•         Carga la medicación con guantes limpios.
•         Realiza un lavado de manos correcto antes de administrar los fármacos.
•         Cuando se introduzca un nuevo fármaco en el tratamiento revisa sus interacciones con el resto.



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